Dr. Manuel Alejandro Garza León

Cirujano Oftalmólogo

Alta especialidad en Enfermedades de la Córnea, Cirugía Refractiva y Enfermedades Externas

Enfermedades Inflamatorias Oculares y Uveítis

Uveítis en niños

Introducción

La evaluación y manejo de pacientes pediátricos representa un reto importante para el clínico, en primer lugar debido a la dificultad para que los niños expresen sus molestias, además de que en algunos casos al no haber alteraciones evidentes para los padres o familiares no se les da la seriedad necesaria, el segundo reto para el clínico es ganarse la confianza del niño para realizar una exploración oftalmológica completa y adecuada y finalmente la dificultad para indicar tratamientos que no afecten el desarrollo del niño así como el cumplimiento del mismo por los padres y los pacientes.

La Uveítis en edad pediátrica requiere una consideración especial por varias razones: el mal pronóstico visual dada la alta prevalencia de enfermedad crónica, el retraso en el diagnóstico, el riesgo de ambliopía, la asociación a enfermedades sistémicas diferentes de las de los adultos y el uso de inmunosupresores en niños, que puede ser más difícil como resultado de ciertos efectos adversos específicos por su edad.

Las enfermedades inflamatorias oculares, son de 5 a 10 veces menos frecuentes en niños que en adultos. En estudios realizados en población general se ha reportado una incidencia de 4.3 a 6/ 100, 000 habitantes en edad pediátrica y una prevalencia de 30 casos/ 100,000 habitantes.

Causas

Las causas no infecciosas son las más frecuentes, no existe predilección de género. Algunas enfermedades inflamatorias oculares afectan básicamente a pacientes pediátricos, como la uveítis anterior asociada a artritis idiopática juvenil, la pars planitis, nunca debe olvidarse la posibilidad de estarse enfrentando a un síndrome enmascarado que es más frecuente en los extremos de la vida (niños y adultos mayores).

Síntomas

En la mayoría de los casos, la inflamación puede carecer de manifestaciones externas por lo que el diagnóstico frecuentemente es tardío, aumentando el riesgo de complicaciones como catarata, glaucoma y edema macular quístico lo que implica una elevada frecuencia de pérdida visual severa, calculada entre el 25 – 30%.

Cuando la enfermedad ha afectado de manera importante la visión, puede presentarse una desviación de los ojos (estrabismo), la presencia de una mancha blanca en el ojo (leucocoria) y molestias al exponerse a la luz (fotofobia).

Tratamiento

El primer paso para un tratamiento adecuado es confirmar el diagnóstico y descartar asociación a enfermedades sistémicas, a diferencia de los adultos, en los niños siempre es necesario realizar estudios de sangre, orina y radiológicos para confirmar o descartar alguna infección o enfermedad sistémicas asociada.

Por años, la base del tratamiento de las uveítis han sido los esteroides, y en los niños continúan siendo una buena opción, sin embargo, es necesario recordar que los cortico esteroides presentan múltiples efectos adversos en su uso crónico, además de los ya conocidos en adultos como hiperglucemia, osteoporosis, retención de líquidos, aumento de peso, cambios en la distribución de las grasas, etc, debe considerarse que en los niños existen efectos de retraso o detención del crecimiento por lo que su uso debe ser más cuidadoso que en los adultos.

La experiencia con el uso de medicamentos inmunosupresores no esteroideos en niños para enfermedades sistémicas nos ha dado la pauta en relación a la seguridad y eficacia de su uso, el medicamento más ampliamente estudiado es el Metotrexate