Escrito el: 27/04/2020 por: Dr. Manuel Garza
Se le denomina Covid 19 a la enfermedad causada por la infección por el virus SARS CoV2. El nuevo virus SARS CoV2 tuvo su origen en la ciudad de Wuhan, en China. A mediados del mes de diciembre de 2019 un oftalmólogo chino, el Dr. Li Wenliang de 34 años quien intentó alertar a sus colegas sobre un virus que creía que se parecía al SARS, después de observar 7 casos con un brote de pneumonia en el Hospital Central de Wuhan, por lo que advirtió a a sus colegas a través de las redes sociales sobre otro coronavirus mortal recomendando usar ropa protectora para evitar contagiarse. Desgraciadamente, el Dr. Li falleció el 7 de febrero después de padecer la enfermedad durante 27 días al ser contagiado por una paciente que atendía por Glaucoma agudo.
Además de la pneumonía típica de la enfermedad, el cuadro clínico incluye fiebre superior a 38º C, tos seca, malestar general, cansancio y cefalea. Además de estos síntomas sistémicos, entre el 1 y el 12% de los pacientes pueden tener síntomas oculares, el más frecuente es la conjuntivitis (ojo rojo) acompañada de lagrimeo, secreción de color blanquecino y ojo seco.
Un mes después de la advertencia por parte del Dr. Li, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la emergencia de salud pública de interés internacional, siendo declarada Pandemia el 11 de Marzo del 2020. En México, el primer caso confirmado fue el 28 de Febrero; a partir de entonces, el número de casos a aumentado de forma importante, razón por la cual el Gobierno de México recientemente declaró la Fase 3 de la Pandemia.
Ante los cambios producidos por esta Pandemia, es importante reconocer varias situaciones, la primera es que el virus tiene una capacidad de infección (R0) de 2.2 a 3, lo que significa que cada persona contagiará en promedio a entre 2.2 a 3 personas durante el trascurso de su enfermedad, si lo comparamos con la influenza estacional que tiene un R0 de 1.2, vemos que el riesgo es 2 a 3 veces mayor. Además, es importante saber que el riesgo de trasmisión se da aún en pacientes asintomáticos, por lo que al estar en contacto con una persona “sana” no elimina la posibilidad de que esté infectada y nos pueda contagiar.
La segunda información importante es que para que el virus entre a nuestras células, es indispensable que lo haga a través de alguna de las mucosas del cuerpo. Las mucosas más importantes son la mucosa oral, la nasal y la mucosa que recubre al ojo que llamamos conjuntiva; basados en esto, las autoridades sanitarias sugieren el uso de cubre bocas, lentes y caretas de protección para los médicos que tratan pacientes con COVID 19, además, del uso de guantes y batas que se puedan desechar ya que el virus se mantiene en diversos materiales por más de 72 hrs. También debido a esto, todas las personas debemos de lavarnos las manos de forma constante además de evitar tocarnos la cara, ojos, nariz o boca por el riesgo de llevar el virus de nuestras manos donde no pueden entrar al cuerpo a alguna de las mucosas donde encontrarán la posibilidad de infectarnos.
A nivel ocular existe controversia sobre si el virus puede encontrarse en lágrimas de pacientes con COVID 19, basados en los reportes actuales, se sugiere que existe la posibilidad sobre todo en pacientes con síntomas oculares.
Ya que la conjuntiva es una vía de entrada del virus, es indispensable que evite el tocarse los ojos, y en caso de requerir tocarse para ponerse alguna gota, lavarse las manos por al menos 20 segundos previo y posterior a la colocación de las mismas.
Otras acciones que puede hacer para evitar tocarse los ojos son:
- Disminuir el uso de lentes de contacto, ya que tanto, para ponérselos como quitárselos, es necesario tocarse los ojos, además de que pueden ser una causa de conjuntivitis alérgica lo que produciría comezón y tallado ocular.
- Usar lentes de armazón que pueden funcionar como una barrera para la entrada del virus en caso de que alguien tosa o estornude cerca de usted.
- Evitar el trabajar muchas horas seguidas en la computadora, lo cual puede causar ojo seco y sensación de basurita, lo cual produce un reflejo de tallado ocular.
Finalmente, de acuerdo a las sugerencias de las autoridades sanitarias y las sociedades médicas nacionales e internacionales, por el momento se deben de suspender todas las consultas y cirugías oftalmológicas que no sean urgentes. Si usted está en un tratamiento crónico por alguna enfermedad ocular como Glaucoma, ojo seco, uveítis, etc. Lo mejor es que continúe con el mismo hasta que se contacte con su doctor para que juntos puedan evaluar cual es la mejor conducta para mantener su enfermedad controlada.
Si usted tiene nuevos síntomas o un agravamiento de los que padece, es importante que contacte a su doctor para saber si requiere una consulta de urgencias.
Esperamos que esta información pueda ser de ayuda.